jueves, 7 de abril de 2011

13 cosas que aprendes cuando te emancipas

13 COSAS QUE APRENDES CUANDO TE EMANCIPAS

1. Hagas lo que hagas, la crema de calabacín te va a salir mal. Si en casa de tus  padres te salía bien, no te confíes. Algo hará que te olvides que está en el fuego.

2. Aprendes a entender a tu madre.
"Hija, ya sé que esa camisa es preciosa, pero ¿tú sabes lo que cuesta plancharla? Mira en cambio esa fea de al lado, es tenderla y punto!" Mamá, escribo esta entrada porque es la segunda vez en 6 meses que plancho. Y con delantal puesto, para que parezca más que estoy haciendo cosas.

3. Las cucarachas no saben nadar. De eso te das cuenta sólo si tienes una plaga de cucarachas y se te inunda la cocina y el lavadero haciendo una colada. Salen en plan Pinocho cuando llega a la costa, pero más muertas.

4. Los posavasos tienen una función en este mundo, y es que no te tengas que romper la cabeza para descubrir cómo demonios quitar las manchas de la mesita del salón.

5. Sí, vas de guay porque compras todo Hacendado y es "baratísimo pero igual de bueno", pero hasta que no te emancipas no te das cuenta que las compresas de Noche Deliplus (las que no pone ULTRA), son como pañales. Grosor suficiente para que sentarse en el suelo parezca acolchado. Fijaos que ponga ULTRA, ¡por el amor de Dios!

6. Los vasos del Ikea son muy frágiles, o bien el lavavajillas muy destroyer. Hace 6 meses tenía 12 vasos. hoy tengo 5.

7. Las plantas necesitan agua. Nunca sabrás si es demasiada o demasiado poca. Increíble que se te muera un cactus.

8. El celo quita la pintura de las paredes. Esto quizá ya lo sabíais, pero cuanod es tu propia casa jode mucho más, sobre todo porque desde que pusiste el celo sabías que so iba a suceder.

9. Limpias y limpias, y siempre te parece que huele mal y que hay polvo.

10. Nada es más complaciente que oír como tu minipimer y la del vecino se sincronizan.

11. Hagas lo que hagas, NUNCA, pero NUNCA, la ropa saldrá de tu lavadora con el olor de la ropa de casa de tus padres. Es un misterio, aún usando los mismos productos es imposible conseguirlo.

12. Que te lleguen cartas ya no hace ilusión. Todas son facturas. TO-DAS.

13. La tapa para poner la sal en el lavaplatos está sorprendentemente dura. Supera incluso a los botes de espárragos. Si no eres vergonzos@, puedes pedir ayuda a tu vecino más fuerte. Si lo eres, no podrás comer espárragos y tendárs que fregar a mano hasta que llegue tu padre o Xènia.

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